En este Blog abordamos la problemática del deshielo, exponiendo acerca de sus causas y consecuencias, íntimamente ligadas al fenómeno del calentamiento global. El interés por investigar sobre esta cuestión se fundamenta en la relevancia que actualmente ha adquirido el desprendimiento de barreras de hielo en las zonas polares, particularmente en la Antártida.
Este trabajo fue realizado a partir de la lectura de diversas fuentes, virtuales y bibliográficas, lo que nos permitió dar cuenta de las posturas que la comunidad científica tiene al respecto.
A lo largo de esta investigación se expone cuál fue el hecho histórico para que hoy se produzca el deshielo. También se definen ciertos conceptos válidos para explicar dicho fenómeno y se hace énfasis en casos particulares de deshielo ocurridos en el sector antártico. Al mismo tiempo, se puntualizan las consecuencias que esto trae para nuestro planeta y se concluye con posibles soluciones para salvarlo.


lunes, 22 de junio de 2009

TIEMPOS DE DESHIELO

Para abarcar el deshielo como uno de los efectos nocivos del calentamiento global, resulta apropiado comenzar por su clara definición, describiéndolo como el pasaje por el cual la nieve y el hielo devienen en agua, producto de la elevación de la temperatura global del planeta.
En términos generales, el deshielo, al liberar volúmenes de agua congelada, hace que el nivel de los ríos aumente, a veces llegando al punto de causar inundaciones. En las zonas más frías, como en los polos árticos y antárticos, se forman grandes capas de hielo que cubren los cursos de agua, y si se fragmentan y derriten pueden aumentar el nivel de los océanos.
Por otra parte, cuando los témpanos, es decir, las enormes masas de hielo que flotan a la deriva se amontonan, forman barreras o plataformas, que son gruesas capas de hielo que se crean cuando un glaciar se extiende desde la costa hasta flotar sobre la superficie del océano.
Las plataformas de hielo se encuentran en Groenlandia, Canadá y en la Antártida, y en el último tiempo han sufrido grandes desprendimientos como consecuencia del calentamiento global porque los polos se están derritiendo.
Desde siempre, los glaciares avanzaban, desprendían enormes paredes de hielo en el mar y volvían a avanzar. Pero en los últimos años, desde que la capa de ozono se redujo y dejó pasar los peligrosos rayos ultravioletas, los glaciares sueltan en el mar sus bloques de hielo y ya no vuelven a reproducirlos.

Barreras de hielo
Sintéticamente, las barreras son plataformas de hielo flotante de origen terrestre que fluyen sobre el mar y que, por estar en contacto con el aire y el mar, son susceptibles tanto a cambios atmosféricos como oceánicos[1]. Éstas se desintegran por la mayor cantidad de agua de fusión presente en su superficie, consecuencia de veranos muy cálidos, que intensifican el proceso de fractura del hielo.
Según explica el científico argentino Pedro Skvarca[2], en la Antártida “los glaciares que fluyen hacia la costa forman barreras de hielo, plataformas de gran espesor que flotan sobre el mar. Juntos, el glaciar y la barrera de hielo forman un sistema estable que puede perder su estabilidad ante temperaturas más cálidas”[3].
El insidioso proceso que destruye estas moles de hielo comienza cuando los veranos excesivamente cálidos funden la nieve y el agua resultante penetra a través de las grietas del glaciar y se abre paso hasta la base de la barrera de hielo que lo contiene. Entonces sólo es cuestión de tiempo para que las fisuras hagan jirones de la pared de hielo. Y cuando eso pasa, ahora sin ningún muro que lo contenga, el glaciar comienza a resbalarse hacia las aguas. La desintegración de las barreras Larsen A y B parecen no haber escapado a los efectos que está produciendo el calentamiento global.











Los bloques de hielo que se desprenden de la barrera Larsen van flotando por todo el Antártico, pero si estos se derriten, tal como pronostican los científicos especializados en el tema, se elevará el nivel del mar en distintas partes del mundo, pudiendo incluso llegar a causar grandes inundaciones en diversos sectores del planeta. Si esto ocurre, miles de personas se verán obligadas a migrar o, de ser peor, muchos lugares del mundo desaparecerán. Por eso es importante avanzar en las investigaciones y conocer los modos de prevenir estos efectos catastróficos.


El caso de Larsen B en 2002
Particularmente, la Barrera de Hielo Larsen es una larga barrera de hielo que se encuentra en la parte noroeste del Mar de Weddell y se extiende a lo largo de la costa oriental de la Península Antártica desde el Cabo Longing hasta el área inmediatamente al sur de la Isla Hearst. Recibió este nombre en honor al Capitán Carl Anton Larsen, que navegó a lo largo de la barrera en el Jason hasta la latitud 68°10'S en diciembre de 1893.
Más específicamente, la Barrera de Hielo Larsen es una serie de tres barreras que ocupan distintas porciones de la costa. De norte a sur, los tres segmentos se han denominado Larsen A (el más pequeño, tiene una superficie de 1.600 kilómetros cuadrados y hasta 300 metros de espesor), Larsen B (su espesor promedio es de unos 230 metros, de los cuales 30 emergen del agua) y Larsen C (el mayor). Parte de la barrera Larsen A se desintegró en enero de 1995, mientras que una porción de la B lo hizo en febrero de 2002. Por lo pronto, la barrera Larsen C parece estable[4].
Puntualmente, la plataforma glaciar Larsen B, en comparación con mediciones realizadas en octubre de 2001, perdió 765 km2 en un lapso de 122 días. Sin embargo, las imágenes Modis, tomadas por el satélite Terra, enviadas a la Base Marambio por el doctor Ted Scambos, del National Snow and Ice Data Center, Colorado, Estados Unidos, indican que de esos 765 km2, 635 km2 se desprendieron en 17 días, entre el 31 de enero y el 17 de febrero[5]. A fines de enero de 1995, tenía una superficie de 12.000 km2 y a la fecha de redujo en un 46%. Cabe destacar que un factor determinante de dicho desprendimiento fue que en el verano de 2001/2002, la temperatura media alcanzó +0,7 grado centígrado, récord histórico en las últimas tres décadas, según los registros de la Estación Meteorológica Marambio[6].
Según Skvarca, luego del colapso de Larsen B, la velocidad a la que fluían los glaciares que la alimentaban aumentó hasta seis veces. Eso fue lo que redujo la altura del glaciar que comenzó a precipitarse hacia el mar de Wedell.


Un caso reciente: La plataforma Wilkins
El 5 de abril de este año, la Agencia Espacial Europea confirmó el desprendimiento de la plataforma Wilkins, lo que supuso la liberación de una extensión de hielo de 14.000 km2, similar al tamaño de la provincia de Sevilla. Ya el 25 de marzo de 2008 se habían desprendido 405 km2 de esta plataforma, por lo que la ruptura que se produjo hace dos meses no llamó la atención a la comunidad científica.
La también llamada Placa de Wilkins es una gran superficie de hielo sobre el mar de forma permanente al suroeste de la península antártica, a una distancia de unos 1.600 kilómetros del continente sudamericano.


Los polos se derriten a un ritmo acelerado
Según Frédéric Durand[7], el Polo Norte muestra signos de cambio, pues la capa de hielo polar habría reducido su superficie en un 10% en tan sólo 30 años, mientras que su espesor lo hizo en un 40%, por lo que a fines de siglo se prevé que se reduzca a la mitad.
Algunos ven esto como algo positivo, ya que lo piensan desde el lado de las posibilidades de apertura de nuevos canales marítimos de comunicación, como así también mayores facilidades para llegar a los yacimientos de hidrocarburos de lugares del extremo norte de América y Siberia.
A pesar de ello, resulta más importante considerar la cuestión negativa de todo esto vinculada a los cambios y configuración de la geografía mundial, como sería el caso de la alteración de la corriente del Golfo, lo que podría de-sencadenar un período de fuerte enfriamiento en Europa.
En términos más estructurales, el deshielo podría acelerar el recalentamiento, al reducir el nivel de refracción de la radiación solar, que es del 80% en el caso del hielo, mientras que alcanza sólo el 30% en el suelo y el 7% en los océanos. Esto ya está induciendo un descongelamiento del permafrost (capas inferiores de la tierra congeladas permanentemente) sobre el cual se han construido edificios y obras de infraestructura, que contiene grandes cantidades de metano.



[1] BARRAMEDA SOFT CORPORATION [en línea]: “Se agudiza la desintegración de las barreras antárticas”. Fuente La Nación. Disponible en: http://www.barrameda.com.ar/noticias/antart06.htm
[2] Skvarca, Ingeniero de la División Glaciología del Instituto Antártico Argentino y de la Dirección Nacional del Antártico, descubrió el quiebre de la barrera Larsen B, a comienzos de 2002, y ahora sigue de cerca la evolución de los glaciares que antes alimentaban las dos barreras, Larsen A y B.
[3] Programa Panamericano de Defensa y Desarrollo de la Diversidad biológica, cultural y social. [en línea]: Barrera Larsen. Fuente La Nación. Disponible en: http://www.prodiversitas.bioetica.org/des54.htm
[4] WIKIPEDIA, La Enciclopedia Libre [en línea]: Barrera de Hielo Larsen. Disponible en: http://es.wikipedia.org/wiki/Barrera_de_Hielo_Larsen
[5] BARRAMEDA SOFT CORPORATION. Op. cit.
[6] BARRAMEDA SOFT CORPORATION. Op.cit.
[7] LE MONDE DIPLOMATIQUE (2006), El Atlas II. Edición Cono Sur. Buenos Aires: Capital Intelectual. Pág. 10.

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